El perro, que tiene alrededor de dos años de edad y que se paseaba en la zona de playas, fue capturado y llevado a la Perrera Municipal, ante las medidas que prohíben estrictamente a los dueños de los caninos llevar a estos a las playas del municipio, así como hacerse responsables de levantar las heces fecales que los perros dejen a su paso, además de sujetarlos con una correa en todo momento cuando transiten por las calles y zonas concurridas.
Y aunque en un principio había trascendido que la multa correspondiente en estos casos ascendería a 100 días de salario mínimo, la dueña del perro, Melissa Pearlman, tuvo que pagar una sanción correspondiente a 2 mil 954 pesos por no atender el acuerdo que adoptaron tanto las autoridades municipales como la Sociedad Protectora de Animales y la Asociación de Hoteles de Tulum.
Autoridades de salud puntualizaron el riesgo que representa dejar que las mascotas transiten libremente en la zona de playas y que los dueños no levanten las heces fecales en sitios públicos, pues esto puede generar un problema de zoonosis.
“Cuando la mascota, o el perro, defecan, lo que hacen es escarbar en la arena, entierran el excremento y ahí se queda y cuando llegan otras personas en el mismo lugar, o una familia con sus hijos, están en la arena jugando y después rascan una bola que es excremento de los perros y entonces de allí nacen las enfermedades. Hay unos bichos que salen y se meten en la piel y allí van a parar con él médico. Y es parte de las quejas que tienen tanto la ciudadanía como los visitantes”, señaló Aquilino Cuyub Dzib, encargado de la Perrera Municipal de Tulum.
Finalmente, agregó que durante la captura de mascotas, algunos dueños se irritan e inclusive se vuelven violentos en el momento en que se asegura a los animales, por lo que hizo un llamado a los ciudadanos para que atiendan el acuerdo que se ha hecho en este sentido para evitar futuros problemas que incluso desemboquen en enfermedades que pongan en riesgo la salud pública.