La necesidad de promover e implementar la sostenibilidad del turismo es apremiante en nuestra región, donde ésta industria es fundamento de la economía, según se estableció en la mesa de trabajo “Turismo en el Caribe ante los Vaivenes de la Economía Global”, que marcó el inicio de las actividades académicas del Festival de Cultura del Caribe.
El evento se desarrolló en el auditorio de la Universidad del Caribe y participaron, la viceministra de República Dominicana, Magaly Toribio Martínez; el catedrático e investigador de la Universidad de Puerto Rico, Emilio Pantojas García; el director de Planeación y Desarrollo Turístico del Instituto Costarricense de Turismo, Rodolfo Lizano Rodríguez; y el catedrático de la Universidad del Caribe, Alfonso de Jesús Jiménez Martínez.
El turismo sostenible se plantea como una respuesta para proteger la fragilidad de esta actividad frente a factores externos de diversa índole, coincidieron los panelistas.
Hoy día, por ejemplo, la situación económica de la Unión Europea y de algunas tasas impositivas afectan las corrientes tradicionales de turismo en países como República Dominicana, donde su principal reto, por el momento, es aumentar la derrama turística.
En Costa Rica, donde predomina el concepto de turismo sostenible, su desarrollo turístico está basado en la oferta de servicios dirigida a un mercado específico, por lo tanto no hay una persecución de la demanda, prefieren elegir su propio mercado y generar servicios en torno a él, sin que haya de por medio un desarrollo explosivo de habitaciones, prefieren la baja densidad de infraestructura.
Se explicó que el Caribe transitó de una economía basada en la explotación del sistema tradicional de plantaciones al actual desarrollo turístico, donde, sin embargo, los países emisores continúan absorviendo el 70 por ciento de su valor y sólo un 30 por ciento se queda en los países receptores, lo que ha dado lugar al desarrollo de productos alternos alrededor del juego y del turismo sexual, en algunos casos, para aumentar las ganancias. El Caribe, por ejemplo, es la zona del mundo con mayor presencia de casinos, señalaron.
Ante todo esto, es necesario impulsar la sostenibilidad del turismo para combatir las posibles acciones nocivas.
El evento se desarrolló en el auditorio de la Universidad del Caribe y participaron, la viceministra de República Dominicana, Magaly Toribio Martínez; el catedrático e investigador de la Universidad de Puerto Rico, Emilio Pantojas García; el director de Planeación y Desarrollo Turístico del Instituto Costarricense de Turismo, Rodolfo Lizano Rodríguez; y el catedrático de la Universidad del Caribe, Alfonso de Jesús Jiménez Martínez.
El turismo sostenible se plantea como una respuesta para proteger la fragilidad de esta actividad frente a factores externos de diversa índole, coincidieron los panelistas.
Hoy día, por ejemplo, la situación económica de la Unión Europea y de algunas tasas impositivas afectan las corrientes tradicionales de turismo en países como República Dominicana, donde su principal reto, por el momento, es aumentar la derrama turística.
En Costa Rica, donde predomina el concepto de turismo sostenible, su desarrollo turístico está basado en la oferta de servicios dirigida a un mercado específico, por lo tanto no hay una persecución de la demanda, prefieren elegir su propio mercado y generar servicios en torno a él, sin que haya de por medio un desarrollo explosivo de habitaciones, prefieren la baja densidad de infraestructura.
Se explicó que el Caribe transitó de una economía basada en la explotación del sistema tradicional de plantaciones al actual desarrollo turístico, donde, sin embargo, los países emisores continúan absorviendo el 70 por ciento de su valor y sólo un 30 por ciento se queda en los países receptores, lo que ha dado lugar al desarrollo de productos alternos alrededor del juego y del turismo sexual, en algunos casos, para aumentar las ganancias. El Caribe, por ejemplo, es la zona del mundo con mayor presencia de casinos, señalaron.
Ante todo esto, es necesario impulsar la sostenibilidad del turismo para combatir las posibles acciones nocivas.