“Nos estamos abocando al cuidado del agua. Invitamos a la población para que asuma una conducta propia que permita cuidar el agua porque esto nos beneficia a todos”, dijo.
Indicó que si la población cuidara el agua en un 90%, los equipos sufrirían menos desgaste, las horas de bombeo disminuirían y las redes estarían menos presurizadas, precisamente por la disminución de horas de bombeo.
“Sumado a esto, el cuidado del agua favorece a mejorar la economía ya que las tarifas se mantendrían si tuviéramos una excelente cultura en el cuidado del agua”, recalcó.
Por otro lado, aceptó que aún queda grandes retos por superar, entre ellos, mejorar los sistemas en algunas poblaciones en las que aún se maneja diésel.
“Estamos buscando los mecanismos y los financiamientos para que esas comunidades sean beneficiadas y con el tiempo también entren a la etapa de modernización. En otras comunidades, por ejemplo, La Aguada, La Presumida, Colmenitas y algunas más, ya trabajan por medio de sistemas eléctricos pero con una planta generadora de diésel”.
Explicó que esto se debe a que en años anteriores las comunidades no contaban con el servicio de electricidad, por lo que se les hacía llegar el agua de esta manera, sin embargo, actualmente con el avance que tiene el municipio en cuanto a obra pública, varias poblaciones se han visto beneficiadas con la instalación de la red de energía eléctrica, por lo que ahora será tarea de CAPA introducir obras para ofrecer el servicio con un sistema convencional de electricidad.
Destacó que actualmente en el municipio CAPA tiene control en el servicio que brinda a un padrón cercano a los 10 mil usuarios, por lo que descartó que de momento las sequías afecten al servicio.
“Los únicos focos que teníamos en este año los hemos tratado de arreglar ya con las obras de 2014 en Santa Gertrudis y en La Candelaria. Fuera de ahí, la población tiene una buena presión de agua en las redes y damos como un hecho de que la población tiene agua potable al 100% cuando el servicio se requiere”, sostuvo.