EDIMBURGO, Escocia.- La capital escocesa regresó paulatinamente a la normalidad tras el histórico referéndum sobre la independencia, en el que 55 por ciento votó “No” y 45 por ciento por “Sí”, una ventaja más amplia de lo que pronosticaban los sondeos.
De acuerdo con los datos oficiales definitivos, dos millones mil 926 mil personas votaron en contra de la independencia escocesa de Reino Unido, mientras que un millón 617 mil 989 votó a favor.
Durante la noche del jueves, en el centro de conteo de esta ciudad y en las principales plazas se pudieron ver explosiones de júbilo, lágrimas de felicidad, pero también caras tristes de votantes desanimados que no lograron la mayoría en el referéndum sobre la independencia.
El júbilo de las calles se reflejó también en las redes sociales, donde la autora de los libros del mago Harry Potter, J.K. Rowling, celebró el resultado.
“Despierta toda la noche viendo a Escocia hacer historia. Una gran participación, un proceso pacífico y democrático: debemos estar orgullosos”, tuiteó la escritora, quien donó un millón de libras (1.6 millones de dólares) a la campaña unionista “Juntos Mejor”.
El entusiasmo y la participación ciudadana del día anterior fueron reemplazados este viernes por calles semivacías y banderas enrolladas, mientras que en las afueras del parlamento escocés de Holyrood sólo quedan los equipos de televisión instalados desde hace más de una semana.
En un día lluvioso, los pocos paseantes en la calle de Royal Mile, la principal de la ciudad vieja, comentaron que “es bueno regresar a la normalidad”, mientras que uno más que votó “Sí” señaló desanimado que espera “que los políticos desaparezcan por dos semanas”.
La división sobre el referéndum se pudo observar en los resultados de las dos ciudades principales. En la capital escocesa la gente votó “No” por un amplio margen de 61 por ciento contra 39 por ciento a favor, mientras que en Glasgow, 53 por ciento del electorado optó por el “Sí”.
El desgaste político y social de las campañas llegó a su fin poco después de las 06:15 horas locales, cuando el ministro principal de Escocia, Alex Salmond, aceptó la derrota en esta ciudad y llamó a los escoceses a “respetar el veredicto de la gente”.
Los políticos que encabezaron las campañas “Juntos Mejor” y “YES” coincidieron en señalar que la consulta resultó histórica por la participación ciudadana que, de acuerdo con cifras oficiales, fue de 85 por ciento.
A 535 kilómetros de Edimburgo, en la capital británica el primer ministro de Reino Unido, David Cameron, prometió en las afueras de Downing Street más autonomía para Escocia.
Desde Westminster, el político conservador se comprometió también a otorgar mayores poderes a Gales, Inglaterra e Irlanda del Norte. Y es que el referéndum escocés sentó un precedente para los deseos de mayor autonomía de Gran Bretaña.
Los analistas coinciden en que el referéndum fue histórico por la gran asistencia a las urnas, porque por primera vez votaron los adolescentes de 16 años y sienta un precedente para otras regiones más allá de la frontera británica que buscan la independencia como Cataluña, en España.
Notimex
De acuerdo con los datos oficiales definitivos, dos millones mil 926 mil personas votaron en contra de la independencia escocesa de Reino Unido, mientras que un millón 617 mil 989 votó a favor.
Durante la noche del jueves, en el centro de conteo de esta ciudad y en las principales plazas se pudieron ver explosiones de júbilo, lágrimas de felicidad, pero también caras tristes de votantes desanimados que no lograron la mayoría en el referéndum sobre la independencia.
El júbilo de las calles se reflejó también en las redes sociales, donde la autora de los libros del mago Harry Potter, J.K. Rowling, celebró el resultado.
“Despierta toda la noche viendo a Escocia hacer historia. Una gran participación, un proceso pacífico y democrático: debemos estar orgullosos”, tuiteó la escritora, quien donó un millón de libras (1.6 millones de dólares) a la campaña unionista “Juntos Mejor”.
El entusiasmo y la participación ciudadana del día anterior fueron reemplazados este viernes por calles semivacías y banderas enrolladas, mientras que en las afueras del parlamento escocés de Holyrood sólo quedan los equipos de televisión instalados desde hace más de una semana.
En un día lluvioso, los pocos paseantes en la calle de Royal Mile, la principal de la ciudad vieja, comentaron que “es bueno regresar a la normalidad”, mientras que uno más que votó “Sí” señaló desanimado que espera “que los políticos desaparezcan por dos semanas”.
La división sobre el referéndum se pudo observar en los resultados de las dos ciudades principales. En la capital escocesa la gente votó “No” por un amplio margen de 61 por ciento contra 39 por ciento a favor, mientras que en Glasgow, 53 por ciento del electorado optó por el “Sí”.
El desgaste político y social de las campañas llegó a su fin poco después de las 06:15 horas locales, cuando el ministro principal de Escocia, Alex Salmond, aceptó la derrota en esta ciudad y llamó a los escoceses a “respetar el veredicto de la gente”.
Los políticos que encabezaron las campañas “Juntos Mejor” y “YES” coincidieron en señalar que la consulta resultó histórica por la participación ciudadana que, de acuerdo con cifras oficiales, fue de 85 por ciento.
A 535 kilómetros de Edimburgo, en la capital británica el primer ministro de Reino Unido, David Cameron, prometió en las afueras de Downing Street más autonomía para Escocia.
Desde Westminster, el político conservador se comprometió también a otorgar mayores poderes a Gales, Inglaterra e Irlanda del Norte. Y es que el referéndum escocés sentó un precedente para los deseos de mayor autonomía de Gran Bretaña.
Los analistas coinciden en que el referéndum fue histórico por la gran asistencia a las urnas, porque por primera vez votaron los adolescentes de 16 años y sienta un precedente para otras regiones más allá de la frontera británica que buscan la independencia como Cataluña, en España.
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