MÉXICO, D.F. (Notimex).- Las enfermedades como la obesidad, la hipertensión arterial y la diabetes mellitus tipo 2 se relacionan con no dormir, por lo menos ocho horas, aseguran especialistas de instituciones del sector salud.
En un comunicado, la Secretaría de Salud indicó que es importante que entre la población se fomente el hábito de tener un sueño de calidad para mantener la salud, ya que durante este periodo también se regula la función del sistema inmunológico.
“Un buen sueño, se caracteriza cuando se despierta de manera espontánea, se siente sensación restauradora y lleva a un buen estado de vigilia diurno”, mencionó la Secretaría en el texto.
Añadió que para lograr un sueño reparador es necesario establecer un horario regular para acostarse y levantarse de la cama, ya que con ello se estabiliza el reloj biológico, también se debe mantener horarios regulares para desayunar, comer y cenar, así como evitar siestas durante el día.
También, aconsejó no leer, estudiar, utilizar celular ni comer en la cama cuando se dispone a dormir y evitar permanecer por mucho tiempo en la cama en estado de vigilia.
“Las televisiones o computadoras deben mantenerse fuera del dormitorio. Además, se debe evitar beber líquidos como café, refrescos de cola, té verde o negro, bebidas energizantes y chocolate seis horas antes de acostarse”, agregó.
Sugirió pasar tiempo al aire libre y disfrutar de la luz solar, hacer ejercicio de forma regular, de preferencia aeróbico; realizar una actividad relajante una hora antes de ir a la cama, mantener el dormitorio fresco y bien ventilado
Además, pidió ingerir una cena ligera, mantenerse tranquilo antes de ir a la cama, evitando situaciones estresantes y utilizar ropa cómoda para dormir.
“Es importante un sueño adecuado, ya que durante este periodo se generan cambios hormonales, metabólicos, térmicos, neuronales y bioquímicos. Tiene funciones fisiológicas, homeostáticas, de conservación, de restauración de la energía, de descanso y con participación activa en los procesos cognoscitivos (como atención y consolidación de la memoria); además tiene una función reguladora del sistema inmunológico” explicó.
La dependencia detalló que de acuerdo con información de diversas investigaciones indica que la cantidad de sueño normal en adultos es entre siete y ocho horas cada noche.
Recordó que los factores que afectan y modifican el sueño son la edad, el género, los problemas de salud coexistentes como las enfermedades médicas, mentales y psicológicas.
Asimismo, algún trastorno del sueño específico como el Síndrome de Apnea Obstructiva de Sueño, conocido como el insomnio, estilo de vida, factores ambientales y conductuales como hábitos incorrectos.
En un comunicado, la Secretaría de Salud indicó que es importante que entre la población se fomente el hábito de tener un sueño de calidad para mantener la salud, ya que durante este periodo también se regula la función del sistema inmunológico.
“Un buen sueño, se caracteriza cuando se despierta de manera espontánea, se siente sensación restauradora y lleva a un buen estado de vigilia diurno”, mencionó la Secretaría en el texto.
Añadió que para lograr un sueño reparador es necesario establecer un horario regular para acostarse y levantarse de la cama, ya que con ello se estabiliza el reloj biológico, también se debe mantener horarios regulares para desayunar, comer y cenar, así como evitar siestas durante el día.
También, aconsejó no leer, estudiar, utilizar celular ni comer en la cama cuando se dispone a dormir y evitar permanecer por mucho tiempo en la cama en estado de vigilia.
“Las televisiones o computadoras deben mantenerse fuera del dormitorio. Además, se debe evitar beber líquidos como café, refrescos de cola, té verde o negro, bebidas energizantes y chocolate seis horas antes de acostarse”, agregó.
Sugirió pasar tiempo al aire libre y disfrutar de la luz solar, hacer ejercicio de forma regular, de preferencia aeróbico; realizar una actividad relajante una hora antes de ir a la cama, mantener el dormitorio fresco y bien ventilado
Además, pidió ingerir una cena ligera, mantenerse tranquilo antes de ir a la cama, evitando situaciones estresantes y utilizar ropa cómoda para dormir.
“Es importante un sueño adecuado, ya que durante este periodo se generan cambios hormonales, metabólicos, térmicos, neuronales y bioquímicos. Tiene funciones fisiológicas, homeostáticas, de conservación, de restauración de la energía, de descanso y con participación activa en los procesos cognoscitivos (como atención y consolidación de la memoria); además tiene una función reguladora del sistema inmunológico” explicó.
La dependencia detalló que de acuerdo con información de diversas investigaciones indica que la cantidad de sueño normal en adultos es entre siete y ocho horas cada noche.
Recordó que los factores que afectan y modifican el sueño son la edad, el género, los problemas de salud coexistentes como las enfermedades médicas, mentales y psicológicas.
Asimismo, algún trastorno del sueño específico como el Síndrome de Apnea Obstructiva de Sueño, conocido como el insomnio, estilo de vida, factores ambientales y conductuales como hábitos incorrectos.