Ciudad de México (Notimex).- La investigadora de la UNAM, Gabriela Rodríguez Fuentes, realizó un estudio que sugiere que algunos compuestos químicos usados en bloqueadores solares, al ser disueltos en el mar, podrían generar alteraciones en el ecosistema marino.
El proyecto de la académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) arrojó que los materiales oxibenzona, octil salicilato y octinoxato producirían modificaciones hormonales y reproductivas en especies acuáticas asociadas a los arrecifes tropicales.
El primer análisis se efectúo al pez sargento, y después al pez cebra, pues todo su genoma está registrado en bases de datos, lo que facilita la búsqueda de genes relacionados con la respuesta a efectos contaminantes y con alteraciones endocrinas.
En una entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Rodríguez Fuentes indicó que durante la primera etapa aisló y secuenció los genes de la vitelogenina (VTG) y ß-actina, para luego en la segunda fase, estudiar los efectos estrogénicos de los compuestos químicos.
“Observamos que de las tres sustancias, la oxibenzona tuvo la mayor capacidad de producir expresión del gen asociado con la producción de vitelogenina, proteína de la yema del huevo, y que un organismo juvenil que pondrá huevos hasta unos cinco o seis años después, no tendría por qué estar produciendo esta proteína”, explicó.
“Sin embargo, la está produciendo porque el bloqueador solar se mimetiza como si fuera estrógeno, y le pide al gen que lo produzca”, agregó.
En tanto, el siguiente objeto de estudio fue el pez cebra, con el cual se aprovechó la rapidez de su reproducción, al tiempo que se observaron los efectos en sus diferentes ciclos de desarrollo.
La especialista realizó el estudio con dicho pez, a fin de probar la exposición aguda de oxibenzona en concentraciones dentro y fuera de la célula, lo que de forma ambiental abastece de información toxicológica significativa en cuanto a este químico.
Como resultado, obtuvo que existe una correlación positiva entre las concentraciones de exposición de oxibenzona y la expresión de vitelogénesis, no obstante, sólo la cantidad de mil microgramos por litro de la sustancia química causó un aumento relevante en el análisis.
“Las condiciones observadas en el estudio indican que para que haya un daño en el ambiente tienen que existir concentraciones del contaminante muy altas, y todavía no hemos llegado a esas concentraciones, por lo que tenemos tiempo para actuar ante eso y mejorar nuestros modos de uso de estos productos”, sostuvo.
La científica resaltó la importancia de aplicar bloqueador solar 20 minutos antes de entrar al agua, para que este sea asimilado por el cuerpo, con el objetivo de evitar una filtración indiscriminada en el ambiente.
El proyecto de la académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) arrojó que los materiales oxibenzona, octil salicilato y octinoxato producirían modificaciones hormonales y reproductivas en especies acuáticas asociadas a los arrecifes tropicales.
El primer análisis se efectúo al pez sargento, y después al pez cebra, pues todo su genoma está registrado en bases de datos, lo que facilita la búsqueda de genes relacionados con la respuesta a efectos contaminantes y con alteraciones endocrinas.
En una entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Rodríguez Fuentes indicó que durante la primera etapa aisló y secuenció los genes de la vitelogenina (VTG) y ß-actina, para luego en la segunda fase, estudiar los efectos estrogénicos de los compuestos químicos.
“Observamos que de las tres sustancias, la oxibenzona tuvo la mayor capacidad de producir expresión del gen asociado con la producción de vitelogenina, proteína de la yema del huevo, y que un organismo juvenil que pondrá huevos hasta unos cinco o seis años después, no tendría por qué estar produciendo esta proteína”, explicó.
“Sin embargo, la está produciendo porque el bloqueador solar se mimetiza como si fuera estrógeno, y le pide al gen que lo produzca”, agregó.
En tanto, el siguiente objeto de estudio fue el pez cebra, con el cual se aprovechó la rapidez de su reproducción, al tiempo que se observaron los efectos en sus diferentes ciclos de desarrollo.
La especialista realizó el estudio con dicho pez, a fin de probar la exposición aguda de oxibenzona en concentraciones dentro y fuera de la célula, lo que de forma ambiental abastece de información toxicológica significativa en cuanto a este químico.
Como resultado, obtuvo que existe una correlación positiva entre las concentraciones de exposición de oxibenzona y la expresión de vitelogénesis, no obstante, sólo la cantidad de mil microgramos por litro de la sustancia química causó un aumento relevante en el análisis.
“Las condiciones observadas en el estudio indican que para que haya un daño en el ambiente tienen que existir concentraciones del contaminante muy altas, y todavía no hemos llegado a esas concentraciones, por lo que tenemos tiempo para actuar ante eso y mejorar nuestros modos de uso de estos productos”, sostuvo.
La científica resaltó la importancia de aplicar bloqueador solar 20 minutos antes de entrar al agua, para que este sea asimilado por el cuerpo, con el objetivo de evitar una filtración indiscriminada en el ambiente.