En una reunión realizada con ejecutivos de la Industria Turística Mundial en Las Vegas, EE.UU. el pasado 19 de mayo, el Presidente de México, Felipe Calderón, presumía el nuevo proyecto aeroportuario que el gobierno estaba por desarrollar en la Riviera Maya; sin embargo, las cosas no salieron como él esperaba, ya que al siguiente día, es decir, el viernes 20 de mayo, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) declaró desierta la licitación del Aeropuerto Internacional de la Riviera Maya (AIRM), frenando de esta manera el desarrollo regional.
Sin embargo, parece que no todo está perdido para el desarrollo del proyecto del AIRM, ya que el pasado lunes 30 de mayo, se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) ‘un acuerdo de coordinación entre la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y el Instituto del Patrimonio Inmobiliario de la Administración Pública del Estado (IPAE) para la expropiación de tres terrenos más para ampliar los ya designados para la nueva terminal aérea’, según lo publicó SIPSE en su edición digital. Esta expropiación se adicionaría al gasto que ya ha erogado el gobierno del estado de Quintana Roo por un suma de 190 millones de pesos.
Dicha declaración hecha por la SCT tuvo raíz en el hecho de que ‘una veintena de potenciales interesados se retiraron, quedando sólo dos que incumplieron con los requisitos’, según lo afirma el Periódico Excélsior.
Cabe resaltar que previo a esta determinación de la SCT, el Grupo Aeroportuario del Sureste (ASUR) intentó entrar al quite en la licitación, pero fue la Comisión Federal de Competencia (CFC) quien emitió una opinión desfavorable para que ASUR finalmente no pudiera participar, puesto que es el mismo grupo que maneja el Aeropuerto Internacional de Cancún y por la cercanía que supondría con la Riviera Maya, la CFC consideró que eso disminuiría la competencia en este asunto.
Entre tanto, a los dos participantes que competían en la licitación, los cuales eran Tradeco y GAP-Grupo México, la SCT les informó sobre su descalificación, ya que había ausencia de temas legales y técnicos de seguridad en la propuesta de ambos participantes.
Sin embargo, parece que no todo está perdido para el desarrollo del proyecto del AIRM, ya que el pasado lunes 30 de mayo, se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) ‘un acuerdo de coordinación entre la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y el Instituto del Patrimonio Inmobiliario de la Administración Pública del Estado (IPAE) para la expropiación de tres terrenos más para ampliar los ya designados para la nueva terminal aérea’, según lo publicó SIPSE en su edición digital. Esta expropiación se adicionaría al gasto que ya ha erogado el gobierno del estado de Quintana Roo por un suma de 190 millones de pesos.
Pero por el momento, y sin duda, el gran ganador ha sido el propio Grupo ASUR, ya que sin un aeropuerto que le signifique una competencia por su cercanía, puede seguir administrando a sus anchas la terminal aérea de Cancún, la cual atiende, en promedio, a cerca de 13 millones de personas, con capacidad para mover a 30 millones de usuarios, según la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
De esta manera, se ha ido cortando un proyecto que prometía grandes oportunidades para los habitantes de este estado, que generaría grandes recursos y empleos para los quintanarroenses. Así que sólo queda esperar a ver lo que sucederá en los próximos meses, porque seguramente éste será un tema que seguirá dando de qué hablar.