Reconocido como uno de los cantautores mexicanos más relevantes de la época contemporánea, Sergio Esquivel fue homenajeado en su ciudad natal con una noche cultural y social, plena de magia y romanticismo, que incluyó un concierto por parte del artista yucateco, ante más de dos mil asistentes.
La noche en reconocimiento a tan fructífera trayectoria, estuvo encabezada por la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco e incluyó la inauguración del Auditorio Municipal con el nombre del compositor, así como la develación de una placa y la iluminación de la iglesia San Antonio de Padua, obras en las que se invirtieron recursos por casi 5.5 millones de pesos.
La entrega de obras sociales en homenaje a Sergio Esquivel antecedieron el magno concierto impulsado por el gobierno estatal, a manera de tributo para el cantante, por su interminable legado musical.
La titular del Ejecutivo inauguró el Auditorio Municipal que desde ahora lleva el nombre del “Sergio Esquivel”, en el que se invirtieron recursos por cinco millones de pesos.
La obra, esperada por más de 25 años, fue construida con recursos municipales y del fondo de pavimentación y espacios deportivos, con lo que se dio forma a la infraestructura anhelada por los habitantes ticuleños.
Cabe señalar que el Auditorio Municipal, techado y cómodo, podrá ser desde ahora, sede de encuentros, exposiciones y diversas jornadas sociales, culturales y deportivas, tras contar con las instalaciones adecuadas.
En primera instancia, la mandataria develó la placa ubicada en la concha acústica municipal en honor al homenajeado, misma que hoy fue restituida.
En el lugar, Ortega Pacheco también inauguró la iluminación especial de la iglesia “San Antonio de Padua”, en donde se invirtieron recursos por 450 mil pesos, con lo que continúa el mejoramiento de este tipo de arquitectura a lo largo y ancho de todo el Estado.
Y en ese marco, las notas de canciones acuñadas por el músico yucateco estremecieron a los presentes. Las letras de éxitos como “Un tipo como yo”, “Que alegre va María” y “Soy del Sur”, retumbaron por los rincones de su tierra natal.
Acompañado de la Orquesta Típica Yukalpetén, -dirigida por Pedro Carlos Herrera-, Sergio Esquivel se entregó sin reservas, alargando el éxito del Festival Anual de las Artes, Otoño Cultural 2011.
Junto con el alcalde Rafael Chan Magaña, el director general del Instituto de Cultura de Yucatán, Renán Guillermo González, el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Marcos Celis Quintal, la alcaldesa de Mérida, Angélica Araujo Lara y el diputado federal, Rolando Zapata Bello, la mandataria se sumó al reconocimiento a tan prolífico yucateco.
En su presentación y acompañado de todos sus hermanos y familiares, el cantautor yucateco interpretó éxitos como “Gitano”, con el que inició su concierto de un total de 20 piezas.
Y una a una se desgranaron las notas de “Por ella”, “Al volver la vista atrás”, “Dos amantes”, “México de vez en cuando”, “Carrusel”, “Luciana”, “Estar contigo”, “El cantor”, “Heridas”, “Popurri yucateco” “Paz”, “Un tipo como yo”, “Tierra mía”, “Soy del Sur” y en el encoré “Que alegre va María”, entre otras.
Tras más de una hora de concierto, el platillo cultural en Ticul cumplió su cometido: rendir tributo a uno de sus hijos pródigos, que hoy fue arropado y reconocido por su pueblo.
La noche en reconocimiento a tan fructífera trayectoria, estuvo encabezada por la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco e incluyó la inauguración del Auditorio Municipal con el nombre del compositor, así como la develación de una placa y la iluminación de la iglesia San Antonio de Padua, obras en las que se invirtieron recursos por casi 5.5 millones de pesos.
La entrega de obras sociales en homenaje a Sergio Esquivel antecedieron el magno concierto impulsado por el gobierno estatal, a manera de tributo para el cantante, por su interminable legado musical.
La titular del Ejecutivo inauguró el Auditorio Municipal que desde ahora lleva el nombre del “Sergio Esquivel”, en el que se invirtieron recursos por cinco millones de pesos.
La obra, esperada por más de 25 años, fue construida con recursos municipales y del fondo de pavimentación y espacios deportivos, con lo que se dio forma a la infraestructura anhelada por los habitantes ticuleños.
Cabe señalar que el Auditorio Municipal, techado y cómodo, podrá ser desde ahora, sede de encuentros, exposiciones y diversas jornadas sociales, culturales y deportivas, tras contar con las instalaciones adecuadas.
En primera instancia, la mandataria develó la placa ubicada en la concha acústica municipal en honor al homenajeado, misma que hoy fue restituida.
En el lugar, Ortega Pacheco también inauguró la iluminación especial de la iglesia “San Antonio de Padua”, en donde se invirtieron recursos por 450 mil pesos, con lo que continúa el mejoramiento de este tipo de arquitectura a lo largo y ancho de todo el Estado.
Y en ese marco, las notas de canciones acuñadas por el músico yucateco estremecieron a los presentes. Las letras de éxitos como “Un tipo como yo”, “Que alegre va María” y “Soy del Sur”, retumbaron por los rincones de su tierra natal.
Acompañado de la Orquesta Típica Yukalpetén, -dirigida por Pedro Carlos Herrera-, Sergio Esquivel se entregó sin reservas, alargando el éxito del Festival Anual de las Artes, Otoño Cultural 2011.
Junto con el alcalde Rafael Chan Magaña, el director general del Instituto de Cultura de Yucatán, Renán Guillermo González, el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Marcos Celis Quintal, la alcaldesa de Mérida, Angélica Araujo Lara y el diputado federal, Rolando Zapata Bello, la mandataria se sumó al reconocimiento a tan prolífico yucateco.
En su presentación y acompañado de todos sus hermanos y familiares, el cantautor yucateco interpretó éxitos como “Gitano”, con el que inició su concierto de un total de 20 piezas.
Y una a una se desgranaron las notas de “Por ella”, “Al volver la vista atrás”, “Dos amantes”, “México de vez en cuando”, “Carrusel”, “Luciana”, “Estar contigo”, “El cantor”, “Heridas”, “Popurri yucateco” “Paz”, “Un tipo como yo”, “Tierra mía”, “Soy del Sur” y en el encoré “Que alegre va María”, entre otras.
Tras más de una hora de concierto, el platillo cultural en Ticul cumplió su cometido: rendir tributo a uno de sus hijos pródigos, que hoy fue arropado y reconocido por su pueblo.