Transitar por las calles de Tulum me recuerda a las curiosas imágenes que se desprenden de algunas ciudades de la India, lugares donde resulta un verdadero caos conducir debido a que, en la práctica, las reglas viales no son respetadas.
No es raro ver en Tulum a ciclistas conduciendo en sentido contrario o, incluso, a algunos despistados automovilistas, incluyendo taxistas, poniendo en peligro la vida de los demás conductores o peatones.
Si bien la responsabilidad es de todos, parte del problema se debe a que las autoridades de Transito han sido pasivas y no deciden aplicar el reglamento que se encuentra establecido y que prevé este tipo de situaciones.
¿Por qué no lo hacen? Solo Dios lo sabe. Lo que es verdad, es que aún estamos a tiempo de promover una cultura vial entre los pobladores, incluso, entre los turistas. Si dejamos pasar más tiempo, la oportunidad se irá escapando de las manos conforme la ciudad vaya creciendo, y después será más difícil lograrlo.
Es común ver peatones que no aprovechan las aceras y caminan a lo largo y ancho de las calles, exponiéndose de manera imprudente al paso de los vehículos.
No respetar el reglamento de Tránsito, pone en peligro la vida de todos: peatones, ciclistas, motociclistas y automovilistas.
En el caso específico de los ciclistas y motociclistas, el Reglamento de Tránsito del Municipio de Tulum establece en los artículos 63 y 64 algunas disposiciones para circular.
Resaltan algunos puntos que establecen dichos numerales y que en la práctica son totalmente omitidos.
Por ejemplo, el artículo 63 señala en la fracción II que tanto conductores de bicicletas, triciclos y motocicletas deben desplazarse en el sentido de la vía, situación que parece no importar mucho a los que manejan estos vehículos y menos a las autoridades reguladoras de la materia.
La fracción III, señala que las unidades deben “llevar a bordo solo al número de personas para el que exista asiento disponible expresamente destinado para ello”.
Por otra parte, la fracción VII indica que los conductores deben “circular en todo tiempo con las luces encendidas. Las bicicletas y triciclos deben tener aditamentos reflejantes”, algo que pocas veces se aprecia, particularmente en las bicicletas y triciclos.
Cuántas veces se ve por las polvorientas calles de Tulum circular a motociclistas con toda la familia a bordo, llevando incluso a niños sin protección alguna. Pues el artículo 64, en la fracción V del mismo reglamento, prohíbe tajantemente transportar pasajeros menores de 10 años a bordo de estos vehículos.
Obedecer estas disposiciones puede resultar molestoso para algunos, pero es por el bien y la seguridad de todos.
No es raro ver en Tulum a ciclistas conduciendo en sentido contrario o, incluso, a algunos despistados automovilistas, incluyendo taxistas, poniendo en peligro la vida de los demás conductores o peatones.
Si bien la responsabilidad es de todos, parte del problema se debe a que las autoridades de Transito han sido pasivas y no deciden aplicar el reglamento que se encuentra establecido y que prevé este tipo de situaciones.
¿Por qué no lo hacen? Solo Dios lo sabe. Lo que es verdad, es que aún estamos a tiempo de promover una cultura vial entre los pobladores, incluso, entre los turistas. Si dejamos pasar más tiempo, la oportunidad se irá escapando de las manos conforme la ciudad vaya creciendo, y después será más difícil lograrlo.
Es común ver peatones que no aprovechan las aceras y caminan a lo largo y ancho de las calles, exponiéndose de manera imprudente al paso de los vehículos.
No respetar el reglamento de Tránsito, pone en peligro la vida de todos: peatones, ciclistas, motociclistas y automovilistas.
En el caso específico de los ciclistas y motociclistas, el Reglamento de Tránsito del Municipio de Tulum establece en los artículos 63 y 64 algunas disposiciones para circular.
Resaltan algunos puntos que establecen dichos numerales y que en la práctica son totalmente omitidos.
Por ejemplo, el artículo 63 señala en la fracción II que tanto conductores de bicicletas, triciclos y motocicletas deben desplazarse en el sentido de la vía, situación que parece no importar mucho a los que manejan estos vehículos y menos a las autoridades reguladoras de la materia.
La fracción III, señala que las unidades deben “llevar a bordo solo al número de personas para el que exista asiento disponible expresamente destinado para ello”.
Por otra parte, la fracción VII indica que los conductores deben “circular en todo tiempo con las luces encendidas. Las bicicletas y triciclos deben tener aditamentos reflejantes”, algo que pocas veces se aprecia, particularmente en las bicicletas y triciclos.
Cuántas veces se ve por las polvorientas calles de Tulum circular a motociclistas con toda la familia a bordo, llevando incluso a niños sin protección alguna. Pues el artículo 64, en la fracción V del mismo reglamento, prohíbe tajantemente transportar pasajeros menores de 10 años a bordo de estos vehículos.
Obedecer estas disposiciones puede resultar molestoso para algunos, pero es por el bien y la seguridad de todos.