TULUM, Quintana Roo.- De manera repentina, durante la mañana de este domingo se dio a conocer en redes sociales y algunos medios de comunicación el deceso del conocido profesor de Informática que en vida respondiera al nombre de Eduardo Telmo Ricalde Aguirre, quien desde hace 9 años se desempeñaba como maestro en diversas escuelas del municipio.
Originario de Progreso, Yucatán, y con 35 años de edad, se supo que el catedrático falleció durante las primeras horas del domingo 23 de agosto a causa de una agresiva infección bacteriana que empezó a afectar su estado de salud desde hace unas semanas.
Egresado como Licenciado en Informática del Instituto Tecnológico Superior de Progreso y con una maestría en curso, Ricalde Aguirre se desempeñaba como profesor en el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos (Cecyte), así como en el Colegio de Estudios Koox Kanik Xook y en el Instituto de Capacitación para el Trabajo (ICAT) en este municipio de Tulum.
El docente se destacaba —a decir por innumerables comentarios de quienes fueron sus alumnos, amigos y compañeros— por mostrar siempre un carácter agradable, abierto y por mantener siempre disposición para escuchar a los demás. Su partida ha dejado a muchos con lágrimas en los ojos y tristeza en el corazón, pero su simpatía y ejemplo de superación quedará en el recuerdo de todos los que lo conocieron.
Se prevé que este lunes sus restos sean sepultados en su natal Progreso, Yucatán.
Originario de Progreso, Yucatán, y con 35 años de edad, se supo que el catedrático falleció durante las primeras horas del domingo 23 de agosto a causa de una agresiva infección bacteriana que empezó a afectar su estado de salud desde hace unas semanas.
Egresado como Licenciado en Informática del Instituto Tecnológico Superior de Progreso y con una maestría en curso, Ricalde Aguirre se desempeñaba como profesor en el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos (Cecyte), así como en el Colegio de Estudios Koox Kanik Xook y en el Instituto de Capacitación para el Trabajo (ICAT) en este municipio de Tulum.
El docente se destacaba —a decir por innumerables comentarios de quienes fueron sus alumnos, amigos y compañeros— por mostrar siempre un carácter agradable, abierto y por mantener siempre disposición para escuchar a los demás. Su partida ha dejado a muchos con lágrimas en los ojos y tristeza en el corazón, pero su simpatía y ejemplo de superación quedará en el recuerdo de todos los que lo conocieron.
Se prevé que este lunes sus restos sean sepultados en su natal Progreso, Yucatán.