El sector agrícola de Quintana Roo proyecta fortalecer el cultivo de chile jalapeño, con mayor aprovechamiento de las tierras y aplicación de tecnología que permita duplicar su producción, afirmó el subsecretario de agricultura de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural e Indígena (Sedari), Germán Parra López.
De acuerdo con el Plan Quintan Roo 2011-2016, establecido por el gobernador Roberto Borge Angulo, se pretende una tecnificación con sistemas de riego que permitan incrementar cosechas de picante en las más de mil 800 hectáreas que se ocupan en el territorio para el cultivo.
—Las variedades que actualmente se cultivan son las denominadas “San Pancho” y “Don Benito”, las cuales han sido proyectadas para rendimiento de 10 mil toneladas en un mediano plazo —dijo—. Se planean ampliar los sistemas de riego para establecer una doble cosecha de Primavera-Verano y Otoño-Invierno, lo que permitirá mayor calidad y cantidad de picante por hectárea.
Expresó que de manera conjunta se han establecido acuerdos con los productores chileros del Estado, para definir las regiones y realizar el cultivo, así como la propuesta de siembra del picante por medio de una planeación bien definida.
—El éxito de una buena cosecha depende de los trabajos previos y de la organización de 2 mil productores, lo que representa habilitar regiones con menor riesgo ante los fenómenos meteorológicos —apuntó.
También, dijo, que un factor fundamental es el de contar con la infraestructura carretera y los caminos de acceso para transportar el producto, con la rapidez necesaria y colocarlo en los mercados y centrales de abasto.
Bajo estas condiciones no sólo se trabajará con el picante, sino con cualquier otro producto que tenga expectativas para ser consumido en los mercados regionales y nacionales.
De acuerdo con el Plan Quintan Roo 2011-2016, establecido por el gobernador Roberto Borge Angulo, se pretende una tecnificación con sistemas de riego que permitan incrementar cosechas de picante en las más de mil 800 hectáreas que se ocupan en el territorio para el cultivo.
—Las variedades que actualmente se cultivan son las denominadas “San Pancho” y “Don Benito”, las cuales han sido proyectadas para rendimiento de 10 mil toneladas en un mediano plazo —dijo—. Se planean ampliar los sistemas de riego para establecer una doble cosecha de Primavera-Verano y Otoño-Invierno, lo que permitirá mayor calidad y cantidad de picante por hectárea.
Expresó que de manera conjunta se han establecido acuerdos con los productores chileros del Estado, para definir las regiones y realizar el cultivo, así como la propuesta de siembra del picante por medio de una planeación bien definida.
—El éxito de una buena cosecha depende de los trabajos previos y de la organización de 2 mil productores, lo que representa habilitar regiones con menor riesgo ante los fenómenos meteorológicos —apuntó.
También, dijo, que un factor fundamental es el de contar con la infraestructura carretera y los caminos de acceso para transportar el producto, con la rapidez necesaria y colocarlo en los mercados y centrales de abasto.
Bajo estas condiciones no sólo se trabajará con el picante, sino con cualquier otro producto que tenga expectativas para ser consumido en los mercados regionales y nacionales.