Lo anterior con base a la recomendación emitida por la Secretaría de Salud federal, a través de la Secretaría de Salud del Estado, ya que son productos que no garantizan las medidas de higiene durante su preparación y almacenamiento, ni su aportación nutrimental.
Patrón Azueta resaltó que estas determinaciones se fundamentan en la Norma Oficial Mexicana 043-SSA2-2005, Servicios Básicos de Salud, Promoción y Educación para la Salud en Materia Alimentaria, Criterios para Brindar Orientación.
Mencionó que una alimentación correcta deberá ser completa, suficiente, equilibrada, inocua, variada, adecuada, placentera y de acorde a la cultura, y aclaró que alimento inocuo o higiénico, es aquel cuyo consumo habitual no implica riesgos para la salud porque está exento de microorganismos patógenos, toxinas y contaminantes.
De igual forma, la “NOM-251-SSA-1-2009, Prácticas de Higiene para el Proceso de Alimentos, Bebidas y Suplementos Alimenticios”, de observancia obligatoria en el territorio nacional, establece los requisitos mínimos de buenas prácticas de higiene que deben cumplirse en el proceso de alimentos, bebidas o suplementos alimenticios y sus materias primas, a fin de evitar su contaminación a lo largo de su proceso.
Por tal motivo, se considera que la venta de alimentos preparados que se almacenan en bolsas de plástico, no garantiza la higiene o inocuidad del producto, debido a que propicia la reproducción de bacterias y la subsecuente descomposición de los alimentos. La preparación de saborines o bolis caseros, no garantizan las medidas de higiene que debe de cumplir el personal que elabora el producto, así como las condiciones higiénicas de las materias primas.
Además, debido a la gran cantidad de azúcar que contienen esos productos, son un alimento susceptible de contaminación microbiana, por lo que en las prácticas de higiene y sanidad, en su fabricación se deben de cumplir con los más altos estándares de calidad, refirió.
Expresó que los congelados, bolis y saborines, son productos que no están considerados para su venta y distribución al interior de las escuelas, debido a que el Reglamento de Control Sanitario de Productos y Servicios, los clasifica dentro de una categoría no existente en los “Lineamientos Generales para el Expendio o Distribución de Alimentos y Bebidas en los Establecimientos de Consumo Escolar en los Planteles de Educación Básica”.
Por tal motivo, desde el inicio del ciclo escolar, se giraron las indicaciones a las áreas correspondientes para dar seguimiento a estas disposiciones del Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria en su Tercera Fase, finalizó.