México, D.F.- En temporada de calor, la epidemia por pedículosis humana, mejor conocida como piojos, puede intensificarse, por lo que el sector salud recomienda a la población mantener la higiene personal y evitar ropa usada o de importación de dudosa procedencia.
Y es que, cada 10 o 15 años se presenta en México una epidemia de piojos, la cual afecta principalmente a la población escolar infantil, aunque muchas veces se presenta en adolescentes por la relajación en la conducta sexual.
Las épocas de calor son más propicias para la infestación de estos parásitos que viven en el cuero cabelludo, axilas y pubis, siendo más vulnerables las niñas y mujeres.
Y aunque estos eventos son cíclicos, en México desde el año 2007 se han presentado constantemente, ya que en ese año hubo una epidemia, mientras que en 2010 se registraron más de 200 casos en el Distrito Federal.
En lo que va de este año se han reportado epidemias en la capital del país y en el estado de Morelos.
El infectólogo del Hospital General de México, José Luis Romero Zamora, resalta que el contagio en zonas conurbadas y periurbanas es mayor.
"Otro factor importante son las relaciones sexuales con promiscuidad porque favorece la adquisición de estas enfermedades que son altamente infectantes", alerta.
"Por contacto directo o a través de toallas, ropa interior, ropa de cama o ropa en general donde van las formas de resistencia de estos parásitos. Pero esto desde hace cuatro o cinco décadas se ve porque ha habido relajación de costumbres sexuales, pues tenemos el piojo de pubis", destacó.
Romero Zamora explicó a Notimex que la forma de contagio más frecuente es de cabeza a cabeza, también se da por compartir objetos personales como sombreros, peines, cascos, cepillos y ropa, entre otros.
Los piojos pueden vivir fuera del ser humano por algunos día y algo que facilita su propagación es que pueden brincar hasta 1.20 metros y un piojo adulto es suficiente para su diseminación.
El infectólogo del Hospital General de México señaló que los síntomas y consecuencias son "prurito o comezón intensa, reacciones indeseables en la piel de quien padece esto, infecciones debido a la defecación de estos parásitos, lo cual puede dar fiebre y mal estado general".
Aunque a los piojos les gustan las cabezas limpias porque ahí no encuentran "competencia", la recomendación es mantener una higiene escrupulosa, y si ya se está infectado, se debe utilizar shampoo especial para atacar a estos animales y en ocasiones tomar medicamento antiparasitario.
Las escuelas son el principal foco de contagio y cuando algún menor es infectado además de las molestias físicas, en ocasiones son víctimas de discriminación y son avergonzados por sus compañeros, ya que de inmediato se les relaciona con un ambiente poco pulcro.
La señora Sofía quien tiene dos hijas, una que va a jardín de niños y otra a primaria, mencionó que hace algunas semanas la menor se contagió, por tal motivo las autoridades de su escuela le impidieron ingresar a la escuela hasta que tuviera un alta médica, para evitar la diseminación de los piojos.
"La tuve que llevar al médico, la niña se sentía muy triste y hubo que aplicar productos especiales en la cabeza de toda la familia, nos tuvimos que cortar el cabello lo más pequeño que se pudo y la menor tomó pastillas, sabemos que son medidas necesarias, pero son situaciones de mucha vergüenza", comentó.
Al respecto el especialista del Hospital General mencionó que el piojo no distingue raza ni condición social y pese a los mitos, no es una cuestión de higiene deficiente.
Notimex
Y es que, cada 10 o 15 años se presenta en México una epidemia de piojos, la cual afecta principalmente a la población escolar infantil, aunque muchas veces se presenta en adolescentes por la relajación en la conducta sexual.
Las épocas de calor son más propicias para la infestación de estos parásitos que viven en el cuero cabelludo, axilas y pubis, siendo más vulnerables las niñas y mujeres.
Y aunque estos eventos son cíclicos, en México desde el año 2007 se han presentado constantemente, ya que en ese año hubo una epidemia, mientras que en 2010 se registraron más de 200 casos en el Distrito Federal.
En lo que va de este año se han reportado epidemias en la capital del país y en el estado de Morelos.
El infectólogo del Hospital General de México, José Luis Romero Zamora, resalta que el contagio en zonas conurbadas y periurbanas es mayor.
"Otro factor importante son las relaciones sexuales con promiscuidad porque favorece la adquisición de estas enfermedades que son altamente infectantes", alerta.
"Por contacto directo o a través de toallas, ropa interior, ropa de cama o ropa en general donde van las formas de resistencia de estos parásitos. Pero esto desde hace cuatro o cinco décadas se ve porque ha habido relajación de costumbres sexuales, pues tenemos el piojo de pubis", destacó.
Romero Zamora explicó a Notimex que la forma de contagio más frecuente es de cabeza a cabeza, también se da por compartir objetos personales como sombreros, peines, cascos, cepillos y ropa, entre otros.
Los piojos pueden vivir fuera del ser humano por algunos día y algo que facilita su propagación es que pueden brincar hasta 1.20 metros y un piojo adulto es suficiente para su diseminación.
El infectólogo del Hospital General de México señaló que los síntomas y consecuencias son "prurito o comezón intensa, reacciones indeseables en la piel de quien padece esto, infecciones debido a la defecación de estos parásitos, lo cual puede dar fiebre y mal estado general".
Aunque a los piojos les gustan las cabezas limpias porque ahí no encuentran "competencia", la recomendación es mantener una higiene escrupulosa, y si ya se está infectado, se debe utilizar shampoo especial para atacar a estos animales y en ocasiones tomar medicamento antiparasitario.
Las escuelas son el principal foco de contagio y cuando algún menor es infectado además de las molestias físicas, en ocasiones son víctimas de discriminación y son avergonzados por sus compañeros, ya que de inmediato se les relaciona con un ambiente poco pulcro.
La señora Sofía quien tiene dos hijas, una que va a jardín de niños y otra a primaria, mencionó que hace algunas semanas la menor se contagió, por tal motivo las autoridades de su escuela le impidieron ingresar a la escuela hasta que tuviera un alta médica, para evitar la diseminación de los piojos.
"La tuve que llevar al médico, la niña se sentía muy triste y hubo que aplicar productos especiales en la cabeza de toda la familia, nos tuvimos que cortar el cabello lo más pequeño que se pudo y la menor tomó pastillas, sabemos que son medidas necesarias, pero son situaciones de mucha vergüenza", comentó.
Al respecto el especialista del Hospital General mencionó que el piojo no distingue raza ni condición social y pese a los mitos, no es una cuestión de higiene deficiente.
Notimex