Como se recordará, el alcalde había anunciado que recortaría la plantilla del Ayuntamiento como una medida para evitar que la próxima administración municipal inicie con números rojos. Esto, ante la dificultad para sostener la nómina de alrededor de 1,200 trabajadores que laboraban para el gobierno municipal.
Sin embargo, las liquidaciones y pago de la última quincena no se ha realizado conforme lo marca la ley, según algunas quejas de los trabajadores hoy desempleados, quienes se han manifestado con cartulinas en la planta baja del Palacio Municipal, señalando que entienden el motivo por el cual se ha recortado el personal, pero piden que se les pague completa la última quincena de trabajo y que la liquidación se realice conforme a lo justo.
Es el caso de la terapeuta física Marta Alicia Ricalde Oramas, quien hasta hace poco laboraba en el Centro de Rehabilitación Integral Municipal (CRIM) de Tulum, pero ante el recorte de personal fue removida de su cargo junto a otras 120 personas que ofrecían sus servicios en otras dependencias del DIF municipal y en otras áreas del Ayuntamiento como Servicios y Obras Públicas.
“Nos recortaron el día de hoy (ayer). Venimos a ver nuestro finiquito, supuestamente legal. Nos llevamos la sorpresa de que… Una servidora cobra 5 mil y me están dando 3 mil pesos, que porque hubo un recorte de sueldos”.
“Si no firmábamos la renuncia, no querían pagarnos la quincena que nos habían recortado. En lo que es mi liquidación, que son 4 años de servir al municipio, y me están pagando 9 mil pesos por esos 4 años, con lo cual no estoy de acuerdo porque no está conforme a la ley. —Conforme a la ley, ¿cuánto le debería tocar? — Como 63 mil pesos”, expuso.
Añadió, sin embargo, que si bien no pide los 63 mil pesos de liquidación, sí pide una cantidad que sea digna y justa por el tiempo que ofreció sus servicios como trabajadora del CRIM.
Indicó que es probable que para la próxima quincena sean despedidos alrededor de 100 trabajadores más, sumando un total de 250 liquidaciones.
“Hay gente que tiene familia. Dos, tres o cinco niños, y de repente que no te den una liquidación digna y que, además, te rebajen el 50 por ciento de tu quincena cuando ya se ha trabajado”.
Finalmente, agregó que cuando acudió a la Sala de Cabildo a realizar el cobro de su última quincena y la liquidación, fue prácticamente revisada a la entrada y no le permitieron que ingresara un celular o cualquier otro dispositivo de grabación, situación que antes no ocurría.
“Nos están tratando como si fuéramos delincuentes. O hay algo oculto o algo no está bien; o sea, ¿por qué piden el celular o no dejan entrar con el celular? Si no hay nada que ocultar. A otro compañero le estuvieron diciendo que tenía que firmar. Le jalaban la camisa, que tenía que firmar”, manifestó.
Insistió en que su intención era tomar fotos a los documentos que firmó, dando por hecho que eso no significaría un problema.
“¿Por qué no se puede tener información y acceso (sobre los documentos firmados)? Y, además, no nos daban ningún comprobante cuando cobrábamos el sueldo”, lamentó.