
Ante esta situación, pobladores y comerciantes aledaños a la zona arqueológica han externado su preocupación, pues aseguran que ante la cercanía de la temporada alta, de no resolverse este problema, podrían verse seriamente afectados.
Es por ello que han sugerido que esa área sea rellenada, lo que supondría acabar con el problema, pues luego de intentos infructuosos por parte de las citadas dependencias, nada ha funcionado.
De tal suerte, están a la espera de que el gobierno municipal responda a su petición. No obstante, el relleno de cerca de una hectárea supondría algunas dificultades, desde la obtención de los recursos hasta los permisos correspondientes ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de acuerdo a lo estipulado en la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.