TULUM, Quintana Roo.- Recientemente, el delegado en Tulum de la Secretaría de Infraestructura y Transporte (Sintra), Javier Salinas Álvarez, dio a conocer que en conjunto con autoridades locales se está elaborando un proyecto para la creación de un reglamento que obligue a las empresas arrendadoras de bicicletas a garantizar la seguridad de los clientes, con la dotación de cascos, chalecos y otros aditamentos reflejantes que deben llevar estos vehículos.
No obstante, cabe resaltar que ya existe un instrumento legal que prevé que la circulación de ciclistas debe ser con medidas de seguridad. Es el caso del Reglamento municipal de Tránsito, que en los artículos 63, 64 y 65 despliega las condiciones en las que deben trasladarse los conductores de bicicletas, triciclos y motocicletas, entre ellas, circular en el sentido de la vía y utilizar aditamentos reflejantes. El mismo reglamento dispone como sanciones la amonestación verbal; y en caso de reincidencia, multa de un día de salario, quedando la bicicleta como garantía en depósito.
La falta de publicidad y difusión de este conjunto de normas hacen que la población local desconozca las disposiciones que debe atender, a lo que se suma la transigencia de las autoridades de Tránsito al no aplicar las sanciones correspondientes, lo que al final da como resultado un desorden en la vialidad.
No obstante, cabe resaltar que ya existe un instrumento legal que prevé que la circulación de ciclistas debe ser con medidas de seguridad. Es el caso del Reglamento municipal de Tránsito, que en los artículos 63, 64 y 65 despliega las condiciones en las que deben trasladarse los conductores de bicicletas, triciclos y motocicletas, entre ellas, circular en el sentido de la vía y utilizar aditamentos reflejantes. El mismo reglamento dispone como sanciones la amonestación verbal; y en caso de reincidencia, multa de un día de salario, quedando la bicicleta como garantía en depósito.
La falta de publicidad y difusión de este conjunto de normas hacen que la población local desconozca las disposiciones que debe atender, a lo que se suma la transigencia de las autoridades de Tránsito al no aplicar las sanciones correspondientes, lo que al final da como resultado un desorden en la vialidad.